Wout Van Aert brilla en el barro y conquista el caos | Marca

Después de lograr su primera victoria tras cuatro meses de evolución desde aquel grave accidente en dirección a los Lagos de Covadonga durante La Vuelta, Wout Van Aert confesó que se sorprendía a sí mismo. "Muchos dirán que no, pero fue complicado", afirmó tras cruzar triunfante la meta en Gullegem, superando a su compatriota Eli Iserbyt. Sin embargo, el belga, uno de los grandes talentos del pelotón, reveló mucho más. Había regresado con fuerza. Lo demostró al imponerse nuevamente en uno de los circuitos más prestigiosos, el de Dendermonde.

Ni 24 horas necesitó la estrella del Visma-Lease a Bike para repetir estampa. Solo en meta. La imagen, eso sí, es diferente. Van Aert entró lleno de barro en un trazado que es casi un Mundial. Todos lo quieren, pero el belga no dejó ni las migas por fuerza y técnica. Lo que es él, en otras palabras.

Fundamentó su triunfo en la tercera vuelta viniendo desde atrás. Al ser Copa del Mundo y no importar qué o quién seas que sin puntos no se gana un buen lugar para partir, Van Aert partió desde el cajón 28 de la salida, lejos de la primera vuelta. En la primera ya llegó al grupo de favoritos tras cerrar los movimientos de Pim Ronhaar y Toon Aerts. Formó un grupo al que llegó también Verstrynge, y en la tercera arrancó.